- Se
mezclan tres culturas como lo hicieron por primera vez hace casi 500 años
Cada
año, dentro de los múltiples carnavales del mundo, en Ocozocoautla, danza el
Mahoma, danza el David, danzan los tigres y los monitos; la fiesta de la carne
se convierte en una gran fiesta donde tres culturas se mezclan como lo hicieron
por primera vez hace casi quinientos años.
El
pueblo de Ocozocoautla, cuyo origen se remonta a la cultura zoque, una de las
más antiguas del continente americano y, al que los locales llaman
cariñosamente Coita, sucede el carnaval más colorido de Chiapas, año con año cientos
de familias hacen de todo el pueblo una gran fiesta llena de color, música y
comida. Las escuelas locales y las dependencias no tienen actividades porque la
festividad amerita que todos los lugareños disfruten sin contratiempos de la
algarabía que brota durante la fiesta.
El
domingo previo al miércoles de ceniza miles de personas provenientes de muchas
partes se arremolinan en las calles cercanas a la plaza principal para
disfrutar del gran desfile. Ahí no hay comparsas ni grandes carros alegóricos,
sino que los contingentes están organizados por Cohuinás, cofradías que
refieren a las casas de los jefes donde en los días previos y siguientes se
realizan los rituales propios del Carnaval Zoque.
Dichas
casas están organizadas por nombres de santos y de personajes de las tres
culturas, que se sincretizan en estos días, la zoque, la española y la árabe.
Son
varios Cohuinás distribuidos en los barrios centrales del pueblo, los cuales
están: Santo Domingo “El caballo”, San Bernabé “El David”, La virgen de
Natividad “Mahoma de Natividad”, San Miguel Arcángel “Los monitos”, Santa Marta
“El tigre” y San Antonio “Mahoma Cabeza de Cochi”.
En
dichos contingentes van nutridos por cientos de personas disfrazadas de Chor,
un personaje emblemático y salen en grupos o bien de manera solitaria y se
distinguen por sus coloridos trajes y el cochombi, una especie de sombrero que
es parte fundamental de la vestimenta tradicional, la cual está elaborada a
mano, algunos son verdaderas obras de arte, hacen referencia a los españoles y
a su conquista, van también mujeres vestidas de correlonas y coitequitas, que
invitan a que las personas disfruten el carnaval, van gritando vivas, jule
jule, y repartiendo dulces.
El
desfile dura prácticamente toda la mañana hasta la hora de la comida, el sol
suele ser abrasador y no importa, las familias están conscientes, que esta
fiesta debe de vivirse primeramente en las calles. Uno de los grandes momentos,
sucede cuando se desata una guerra de talco y harina, una nube blanca irrumpe
el desfile y las personas inician una batalla, mientras la marimba y las demás
personas bailan bajo el sol.
El
Carnaval Zoque coiteco tiene sus orígenes en el culto y la danza al Padre Sol,
Tajaj Jama, el gran dios sol de la cultura zoque y cuyos elementos autóctonos
se encuentran en las danzas de tigre (Aquí hago la acotación personal de que el
nombre correcto debería de ser Jaguar, que es el animal que todavía se
encuentra en las selvas del municipio) y los monitos. Cuando llegó la conquista
y vinieron a evangelizar, como en tantos sitios de América, los evangelizadores
utilizaron los cultos prehispánicos para facilitar la conquista, así surge
entonces los chores y el culto a los diferentes santos que se festejan en cada
Cohuiná. Los españoles estuvieron sometidos bajo el dominio árabe durante
cientos de años, este dominio fue también heredado al momento de la conquista
con personajes como el Mahoma y el caballo.
La
música tradicional autóctona es otro de los elementos primordiales, dicen que
cada sonido del tambor y el carrizo hacen referencia al palpitar de la vida y
del viento.
El
pueblo se prepara con comidas, dulces y bebidas autóctonas zoques. El carnaval,
es la gran fiesta de la carne en el mundo antes de iniciar la cuaresma del
mundo cristiano, pero aquí, en este pueblo del sur, también es el baile al
Padre Sol para pedir que haya buenas cosechas y es la danza del Mahoma junto al
David, de Moros contra Cristianos, para enseñarnos que el bien debe estar
siempre por encima del mal.
En
el mundo hay pueblos que son mágicos y bonitos y con encanto, pero a un lado de
esos, está Coita, con sus colores y su carnaval y esa música que brota del
tambor y del carrizo.
Para
este 2019, el carnaval se festejará desde el 1 de marzo con la coronación de la
reina; el domingo 3 será el gran desfile y el inicio de las fiestas, el 4 se
aconseja hacer la visita a los Cohuinás; el 5 es el gran baile de plaza donde
el Mahoma, el David, el Caballo y los enlistonados son los personajes
principales y, el día 6, que es el miércoles de ceniza, es el día en donde ya
nadie come carne y el último día del Carnaval, aquí sucede una de las
tradiciones más importantes del pueblo, el baño de zapoyol (Un baño hecho con
aguas perfumadas y semilla de mamey triturada), cuyo significado es de
purificación para recibir limpios los restantes cuarenta días previos a la
semana mayor.
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