Ivana De La Fuente
Felipe Irineo Pérez, director de la Cuenca Frontera Sur de la Conagua en Chiapas, dio a conocer que las principales presas del estado —La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas— se encuentran en óptimas condiciones y cuentan con suficiente capacidad para almacenar el agua de las lluvias que se esperan en la actual temporada.
Sin embargo, alertó que la zona costera del estado podría enfrentar mayores complicaciones, debido a la erosión provocada por la deforestación en la región de la sierra. “Una vez que comienza la temporada de lluvias, la escasa cobertura vegetal permite que se arrastre gran cantidad de sedimentos hacia los ríos”, explicó.
Como resultado, muchos cuerpos de agua entre los municipios de Tonalá, Arriaga y Suchiate se encuentran azolvados, lo que incrementa el riesgo de desbordamientos; Irineo Pérez destacó que se mantiene un trabajo coordinado con Protección Civil para informar oportunamente sobre las condiciones meteorológicas a la población.
En cuanto a la capital chiapaneca, advirtió que las lluvias que superen los 30 milímetros provocarán encharcamientos e inundaciones, como ha sido habitual en temporadas pasadas. La causa, subrayó, radica en la falta de una solución estructural al problema pluvial.
“Tuxtla Gutiérrez cuenta con 34 arroyos, y en cada uno de ellos debe realizarse un proyecto ejecutivo para evitar los problemas recurrentes durante las lluvias”, hasta que no se atienda de manera integral esta situación, las afectaciones continuarán año con año.
Con esto se ha pedido a la sociedad en general a estar atentos de las recomendaciones, pero poner mayor énfasis en el tema preventivo, para reducir los riesgos en diversas regiones del estado de Chiapas, dijo.
Comentarios
Publicar un comentario