Adolfo Luján
Debido a que en la actual administración se han detenido a más de mil personas por diversos delitos, el fiscal general de Chiapas, Jorge Llaven Abarca, comentó que otro paso importante será la revisión de las condiciones que enfrentan las cárceles en la entidad, para evitar que haya hacinamiento.
“Creo que todavía estamos con la capacidad, al límite sí; sin duda, debe hacerse algo, debe planearse algo para poder revisar la seguridad”, detalló.
Llaven Abarca comentó que pueden revisarse, quizá, algunos expedientes de personas que tengan algún procedimiento abreviado o aquellos con alguna revisión de medida.
“Creo que vamos a meternos nosotros, cuando lleguemos al 100 %, a una estrategia”, a fin de terminar con el hacinamiento o la sobrepoblación de los penales.
Hasta el pasado 20 de febrero un total de 91 policías enfrentan la justicia en Chiapas, debido a que se encontraron elementos probatorios por su probable participación en conductas delictivas.
Esto por lo ocurrido en los municipios de Chiapa de Corzo, Comitán, Villaflores, Villacorzo, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal, Bochil y Tonalá. Se investiga desde la cadena de mando hacia arriba.
“Si existe alguna responsabilidad que, incluso, involucre a algún alcalde también vamos a investigar y también vamos a nosotros determinar la responsabilidad o no”, remarcó el fiscal.
cero impunidad
En otro orden de ideas Llaven Abarca comentó que la FGE tiene el compromiso de integrar, investigar y judicializar los casos que se presenten, es decir, que no haya impunidad para nadie.
Sobre los vehículos que se han asegurado, los datos de la Fiscalía indican que en la zona indígena no se han tenido indicios que se hayan usado para eventos criminales, pero en la Sierra (donde se han decomisado alrededor de 150 vehículos) sí hay unidades que se han ocupado para la generación de violencia y actos criminales.
La estrategia de seguridad en estos primeros 100 días de gobierno, está centrada en combatir los delitos que más afectaron a la entidad (extorsión, ataques a las vías de comunicación, robo de vehículos y homicidios dolosos), y después vendrá una segunda etapa.
Sin descuidar ese trabajo, se pondrán en marcha otras acciones que se vinculan con la justicia terapéutica, a fin de que una persona que cometa algún delito (como ejemplo manejar bajo los influjos del alcohol y provocar algún accidente) pueda tener una recuperación con acompañamiento profesional.
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