En atención a lo que establece el Código Electoral, el Instituto Electoral y Participación Ciudadana (IEPC) da cumplimiento a la difusión de los requisitos que se deben tener para el registro de un partido político local, a propósito de las elecciones que habrá en el 2027, donde se volverán a elegir alcaldes y diputados locales.
Durante este mes que está por concluir, se debe presentar por escrito la intención de los interesados y durante febrero y marzo el Consejo General da su aprobación para quienes han pasado la primera etapa. Este análisis debe quedar finiquitado en junio de 2026.
Antes, de marzo a diciembre de este año, se realizan las asambleas distritales o municipales con la asistencia de al menos 0.26 por ciento del padrón electoral de cada distrito o municipio, y se eligen los delegados en cada asamblea.
En enero de 2026 se presenta por escrito la solicitud de registro del partido y durante el año se deben realizar los registros de las personas que aglutinará la organización, previa a su conformación como partido.
En todo este proceso, ya hemos abordado el tema de que sería mejor que se modificara la ley porque la ciudadanía ya no aguanta más partidos. En el proceso electoral pasado eran 12 los que participaron, desaparecieron cinco y por tanto quedan siete.
Esto viene a colación porque la ciudadanía se ha expresado en referencia a la tarea que está haciendo el IEPC, institución que se limita a cumplir la ley, aunque no estaría mal que se proponga una iniciativa para hacer modificaciones y conforme pasen las elecciones y los resultados no les favorezcan a determinados partidos, pues que al final se queden dos o tres y asunto favorable para fortalecer la democracia.
Sensatamente dice la población que nuevos partidos sólo sirven para “joder al pueblo” y en este sentido, de que hay mucha lógica, la hay, pues la aparición de nuevos membretes beneficia a quien los crea y “lava el cerebro” de quienes le estampan su firma. Al final las promesas que ofrecen quedan en el limbo.
Además, qué caso tiene que sean 10 los que entren a escena si al final, para salvar el registro, unen fuerzas, forman alianzas o coaliciones. Los internautas opinan que, en la conformación de un nuevo partido político, éstos deberían tener como mínimo la aceptación de un 25 o 30 por ciento del padrón electoral
En este sentido, ir trabajando hasta que sólo solo sean 3 sería lo ideal, ya que no tiene caso que existan hasta 7 u 8, si al final se unen. Un partido político, para su creación, mínimo, opinan los chiapanecos, deberían de tener una aceptación del 25 o 30% de la población para que sea un verdadero representante popular.
Para otros, el desempeño del órgano electoral debe ser más enérgico, desterrar la corrupción pues la mayoría de los procesos de selección de candidatos y elección están amañados, con un despeñadero de recursos. El trámite, aseguran, es burocrático y pura demagogia.
Como si fuera una ecuación, mientras haya más partidos políticos habrá más dinero, pero menos derechos; el dinero es para unos cuántos, olvidándose del pueblo.
La insistencia de que los legisladores deben asumir con mayor responsabilidad su tarea implica en que vayan proponiendo una reforma de amplia gama.
A nivel nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum prepara el lanzamiento de una reforma electoral en la que busca disminuir los presupuestos y eliminar a los plurinominales por ser una carga económica para el Estado.
En ambos casos tiene razón, aunque en el segundo punto, con la desaparición de los elegidos mediante la representación proporcional, se intenta darle poder absoluto a Morena al ser el partido mayoritario que hoy gobierna, que tiene asegurada la mayoría de votación directa por los apoyos que brinda, aunque en ese proceso el Estado siga contrayendo deuda para salvar sus compromisos.
El tema central es que hoy, producto de esta maniobra electorera de regalar dinero, becas, y muchos programas sociales, controla el 85 por ciento del territorio nacional.
Además, quitarles presupuesto a los partidos es una buena medida siempre y cuando ese recurso se destine a la edificación de escuelas, de hospitales o del suministro de medicamentos.
Lo cierto es que se tiene que fomentar la democracia y la participación electoral, pero sin trampas. Por ahora está en chino pensar en que se respete estas circunstancias, pues se viven los mismos tiempos de cuando gobernaba el PRI, aunque el partido en el poder se muerda los labios al decir que la democracia se respete.
En fin, el objetivo inicial es dejar de seguir regalando dinero a los vivales que se conforman partidos políticos y en este sentido, ojalá nuestros diputados se pongan a trabajar en lugar de andar presumiendo en las redes sociales que ya tienen canas, están comiendo o cenando ricas hamburguesas, que felicita a su parentela por sum cumpleaños o que a chuchita la bolsearon. Seriedad, ya basta de protagonismo barato que solo ofende a la ciudadanía.
Comentarios
Publicar un comentario