Marco Alvarado
Los incendios forestales aumentan las afecciones respiratorias y otros daños a la salud, debido a la liberación de micropartículas que son hasta 100 veces más delgadas que un cabello humano.
Este martes, alrededor de Tuxtla Gutiérrez, se observaron columnas de humo producidas por incendios en la Cañada de San Fernando y en el cerro Mactumatzá, incendios que, de acuerdo con investigaciones realizadas en la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Unicach, liberan en el aire que respiramos partículas menores a 10 y 2.5 micras, que al acumularse en un manto que flota sobre la ciudad, causan irritación en las vías respiratorias, garganta y ojos.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que por lo pequeñas que son estas partículas, son fáciles de inhalar y atraviesan con facilidad los tejidos, a tal punto que las investigaciones en grandes ciudades del mundo han vinculado esta contaminación por combustión, quemas y actividades industriales, con afecciones cardiovasculares, cerebrales, cáncer, diabetes e hipertensión.
Una evaluación de la OMS determinó que la contaminación del aire por partículas PM 2.5, es carcinógena para el ser humano y está estrechamente relacionada con la incidencia al cáncer de pulmón.
Esta no es la primera vez que los habitantes de Tuxtla Gutiérrez están expuestos a partículas nocivas, cuya presencia se incrementa con los incendios, de ahí que algunas personas comienzan a experimentar irritación en las fosas nasales, garganta y ojos.
En las condiciones actuales, se recomienda a la población no hacer ejercicio al aire libre, y en caso de presentar afectaciones por una alergia o infección, acudir al médico y usar cubrebocas.
También, es importante mantenerse bien hidratado y comer frutas, verduras y ensaladas, para fortalecer el sistema inmunológico.
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