Carlos
Rosales
El pasado 29
de octubre se cumplió un año de haberse eliminado el horario de verano; el cual
era una medida que adelantaba una hora el reloj cada principio de abril y
atrasarlo a fines de octubre cada año con la finalidad de ahorrar más energía.
Con 59
votos a favor, 25 en contra y 12 abstenciones, en el año pasado el Senado avaló
la propuesta de Ley de Husos Horarios que envió la Cámara de Diputados al
considerar que “suprimir el horario de verano representaba la protección del
derecho a la salud”.
La
razón de la aplicación del horario de verano era la de aprovechar más la luz
del sol para utilizar menos la energía eléctrica en las casas o en los
edificios de trabajo. Pero el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador argumentó
que no se produjo los ahorros en energía que se prometieron cuando entró en
vigor hace 26 años.
En un
sondeo realizado en las calles de Tuxtla Gutiérrez, la ciudadanía argumentó
que, en la actualidad, se encuentra más cómoda con un horario fijo y hay
quienes opinaron que descansan mejor ya que tenían que prepararse un día antes
para poder acostumbrarse al nuevo horario.
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