En Chiapas, continúa impune un grupo inmobiliario al que las víctimas denominan “un cártel”, que ha defraudado los sueños y ahorros de muchas familias.
María Eugenia Salcedo Torres es una de sus víctimas. Esta mujer adulta mayor creyó en las promesas de Erick Romero P, a quien entregó más de un millón de pesos para adquirir un departamento, el dinero producto de esfuerzos y ahorros, que su esposo le dejó para poder llevar una vida digna, y que terminó esfumándose en las manos de este hombre, quien junto con otros “empresarios”, han incurrido en diversas ilegalidades para robarse los sueños, los ahorros y el patrimonio de quienes han tenido el infortunio de conocerlos.
Las empresas GCI, Líneas del Sur y Grupo Constructor Inmobiliario Tu Casa en el Sureste S.A de C.V., están entre las utilizadas como fachadas para cometer estos fraudes, en los fraccionamientos Jardines de Las Flores, Santa Fe, Jardines del Mactumactzá, Fraccionamiento Ámbar, La Arbolada, La Antigua, San Agustín y La Vista, donde aún están ofreciendo casas, lugares en donde los inmuebles tienen un valor de 2.5 a cinco millones de pesos.
Salcedo Torres no solo perdió dinero, perdió tranquilidad y salud, como resultado de una promesa que nunca se cumplió, “yo le pido al gobernador del estado que se haga justicia y que se actúe en contra de estas personas”.
Los presuntos autores de esta red criminal inmobiliaria son Erick Romero P, Adriana R, Viviana Leticia Z, Gustavo Adolfo F, Juan Gutiérrez C y Alejandro Gutiérrez C. Utilizan la fachada de “empresarios inmobiliarios o de la construcción” con importantes proyectos en la ciudad, a través de empresas que desaparecen y cambian de nombres.
A sus víctimas les presentan proyectos, renders, les venden sueños y promesas que no tienen otro objetivo que robarles el dinero que poseen, en una actividad que asemeja más el actuar de ladrones comunes que de supuestos “empresarios” del ramo, por lo que víctimas como María Eugenia Salcedo Torres exigen todo el peso de la ley en contra de quienes atentan contra el patrimonio de tantas personas.
Actualmente, en contra de los señalados, hay en proceso carpetas de investigación por fraude específico y fraude genérico, que por no ser considerados delitos graves les ha permitido continuar en libertad.
En el caso del Fraccionamiento Ámbar, incurrieron en el
robo de la propiedad, valuada en 30 millones de pesos, mediante la obtención
fraudulenta de una firma de la propietaria, una mujer adulta mayor ya
fallecida, a quien despojaron de este terreno para construir ahí un
fraccionamiento, en donde también hay propietarios defraudados.
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