William Chacón
El próximo 31 de octubre finaliza el horario de verano, algo esperado por muchos mexicanos que después de más de 20 años siguen sin aceptar el cambio de horario, porque como varios especialistas han dicho que no genera un beneficio para cada usuario en ahorro de energía, este sí impacta en la salud, actividad económica y seguridad.
Desde su inicio en 1996, el horario de verano generó un rechazo generalizado entre la sociedad, argumentando que no representaría un ahorro real para el usuario de energía eléctrica, además de que afectaría a la salud por el desfase de horarios.
Hasta el 2001, México implementó el horario de verano solamente durante cinco meses, del primer domingo de mayo hasta el último domingo de septiembre; al año siguiente regresó durante siete meses, como el entonces Distrito Federal.
Sin embargo, varios estados del sur decidieron seguir con el horario de verano de sólo cinco meses; ante tal decisión, el Congreso de la Unión determinó que esta medida sería por dictamen federal, y por lo tanto, ninguna entidad federativa podía cambiar su horario en forma individual.
Pero en las zonas indígenas de Chiapas, donde la mayoría de las personas se rige por usos y costumbres, han continuado con el denominado “horario de Dios”, rechazando el horario de verano.
Especialista:
De acuerdo al ingeniero mecánico electricista, Ernesto Mayorga, el horario de verano más que un problema es un beneficio, pero el principal inconveniente ha sido el enfoque que las instituciones oficiales le han dado, haciéndolo ver como un beneficio para cada usuario.
Explicó que el horario de verano sí genera un ahorro considerable en consumo de energía pero para el gobierno, es decir, de manera global, mientras que para cada usuario del servicio de energía eléctrica el cambio es mínimo, ya que las tarifas eléctricas se actualizan cada bimestre.
El ahorro global se da porque el horario de verano se implementa en los meses con mayor radiación solar, por lo que las personas utilizan la luz natural en las últimas horas del día antes de caer la noche en su vida diaria, es más fácil que aprovechen para hacer compras y otras cosas por la tarde.
En los últimos años, el ahorro global del horario de verano ha rondado los mil 400 millones de pesos, una cifra importante, referente a la contaminación que se ha dejado de generar, aparte los millones de pesos que se han dejado de invertir en plantas generadoras para abastecer la energía eléctrica faltante.
Esto
es un beneficio para el medio ambiente, debido a que la generación de energía
se basa en energías fósiles derivados del petróleo. Las plantas generadoras se
mueven con productos derivados, que a su vez generan millones de toneladas de
contaminante cada año para el medio ambiente.
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