Marco Alvarado
De las 22 mil 637 muertes fetales registradas en México durante el año 2020, mil 116 ocurrieron en Chiapas, entidad que aparece entre los siete estados del país que superaron las mil defunciones de este tipo.
Según el reporte del Inegi, el 69.5 por ciento de mujeres que durante 2020 tuvieron un embarazo que terminó con la muerte del producto declaró que no trabajaba; y la mayoría tenía como escolaridad terminada el nivel secundaria.
En relación con el estado conyugal de la madre, el mayor número de casos de embarazo que derivó en la muerte del producto se presentó en mujeres que se encontraban en unión libre, con unos 12 mil 100 casos, además, es importante señalar que el 88.8 por ciento de mujeres que tuvieron un embarazo que derivó en la muerte del producto manifestó no hablar alguna lengua indígena.
Los grupos de edad de las mujeres que concentran el mayor número de embarazos con alguna complicación que terminó con la muerte del producto son el de 20 a 24 años con un 23.9 por ciento, el de 25 a 29 con 22.6, y el de 30 a 34 con 18.8 por ciento.
Mientras que la mayor proporción de muertes fetales correspondió a embarazos únicos, en un 94 por ciento de los casos.
Al
analizar las causas de estas muertes, el informe arroja que las principales
causas de muerte fetal son las que tienen que ver con las afectaciones que tuvo
el feto por factores maternos y por complicaciones del embarazo, del trabajo de
parto y del parto.
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