Marco
Alvarado
Filtros
para la revisión de la temperatura y aplicación de alcohol en gel, fueron
colocados este lunes en las plazas comerciales de la capital, que nuevamente
abrieron sus puertas luego de que este fin de semana la entidad pasó del color
rojo al naranja en la semaforización de la pandemia por Coronavirus.
Al
poniente, en una de las zonas comerciales más importantes de Tuxtla Gutiérrez,
varias cortinas se levantaron luego de más de cien días. De acuerdo con las
nuevas reglas, aunque no sean esenciales, hay negocios que pueden volver a
ofrecer sus servicios, con medidas de limpieza y prevención, como en el caso de
revisar la temperatura de los clientes, y que ninguno ingrese si no lleva un
cubrebocas puesto.
A la
entrada de una tienda departamental las personas se formaron de acuerdo con la
señalética colocada en el piso, con un metro de distancia entre cada uno, y
esperaron su turno para poder ingresar, previa aplicación del alcohol en gel.
Poco a
poco la normalidad podría retornar al estado, siempre y cuando la población
respete las medidas preventivas y no se presente un rebrote, que podría obligar
al regreso de la cuarentena, cuyos efectos económicos y sociales son evidentes.
Si no
repuntan los casos, vendrá la etapa del semáforo en color amarillo, que permitirá
una cantidad de aforo en actividades no esenciales del 60 por ciento, y el
regreso del personal de oficinas de gobierno.
El
semáforo en color verde quiere decir que inicia la ‘nueva normalidad’, la
apertura de bares, gimnasios, centros nocturnos, antros y el regreso a las
clases presenciales con medidas de distanciamiento e higiene, pero hasta el
momento la proyección ubica esta etapa hasta después del mes de agosto.
Por
ahora, los restaurantes, hoteles y servicios religiosos podrán tener un aforo
de 30 por ciento, cines y teatros el 50 por ciento y eventos deportivos serán
sin público. En cuanto a las micro y pequeñas empresas trabajarán con 30
empleados.
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