Los
actos de corrupción afloran al interior de las oficinas del Instituto Nacional
de Migración (INM) en Tapachula, toda vez que son los mismos funcionarios
quienes se dedican a la venta de documentos migratorios a los extranjeros que
se encuentran varados en esta ciudad fronteriza.
Se
trata de Alma Rosa Altamirano Sánchez, subdirectora de la Oficina de Regulación
Migratoria en Tapachula, quien ya ha sido denunciada en reiteradas ocasiones;
sin embargo, sigue operando junto a su esposo de nacionalidad salvadoreña alias
“Gary” para vender esos documentos a los traficantes de humanos, principalmente
centroamericanos, cubanos y extra continentales, todo esto bajo el cobijo de la
delegada del INM, Yadira De los Santos.
Daniel
Acanda de nacionalidad cubana, dio a conocer que lleva casi un mes esperando su
salvoconducto que le permita transitar con libertad por el territorio mexicano,
“yo llegue con unos amigos, pero ellos ya se fueron y yo sigo aquí solo porque
no he podido pagar 20mil pesos mexicanos que me exige el personal de migración,
esto es una corrupción”.
Para
Julia Minkela, que viaja junto a su hermana y su sobrino, de nacionalidad
angola, el sueño americano se ha convertido en una pesadilla, “porque imagínate
tú de dónde yo saco 60 mil pesos para que nos dejen ir a los tres, hemos tenido
que rentar un lugar para dormir, y no tenemos dinero, hacemos lo que podemos
para subsistir, mientras esperamos la respuesta de migración, porque nos dicen
que no hay formatos, pero para los que pagan sí hay”, denunciaron.
Pero
este problema no sólo es para los migrantes, sino también para todos los
sectores de la ciudad, ya que se ha registrado un incremento en los índices
delictivos, recientemente se dio a conocer un grave problema de salud pública
con el incremento de casos de VIH y enfermedades venéreas, además de las afectaciones
a la economía, ya que los empresarios han declarado que los formatos
migratorios que se les extendían a personas que venían a comprar a Tapachula,
ahora se los venden a los indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos, y
como consecuencia ya no llega gente (principalmente de Guatemala) a comprar a
las tiendas en Tapachula.
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