Piedrazos
Héctor
Narváez
Es
lo más nuevo. Lo más reciente. Y lo que ha puesto como última moda, el
Presidente de México.
Y
que demuestra la gran capacidad que tiene Andrés Manuel López Obrador para
atacar a quien sea, sin importar si son o no de su propia casa.
Pero,
también anuncia lo que podría ser el resquebrajamiento al interior del hoy
partido en el poder, como en su momento pasó con el PRI y el PAN, “la mafia del
poder”.
El
que perdona y condena
Ayer
apenas en este espacio escribí que AMLO está cayendo en solo atacar a “su
villano favorito”, a Carlos Salinas de Gortari, y que no tardaría en sacar otra
ocurrencia más.
Y
ahí está: Ocho diputados de Morena que no votaron a favor de la reforma
educativa del Presidente, fueron acusados por él mismo como “fifís”.
Quien
iba a pensar que a casi un año de las elecciones del 2018, el entonces
candidato a Palacio Nacional que perdonaba “los pecados” de los políticos más
corruptos del PRI, del PAN, del PRD y hasta del Verde Ecologista, ahora
denostara de todos y contra todos.
Y
que a casi 5 meses de la administración lopezobradorista, ya tengamos desde
“periodistas fifís”, “empresarios fifís”, “políticos fifís” y ahora hasta
“morenistas fifís”.
Los
legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional argumentaron que su voto fue
porque “la reforma educativa presidencialista” contiene aún disposiciones
administrativas de los docentes en el artículo 3 de la constitución.
Y lo
que ya se sabía, y a lo que se opuso la oposición, en que la nueva ley en si no
le quita privilegios a los sindicatos para seguir manejando las plazas y
promover a los maestros en cargos dentro de este sector.
Pero,
independientemente si tuvieran o no razón los “ocho fifiís”, debería de existir
democracia en Morena, que es algo que ha pregonado desde su creación hasta
llegar al poder el año pasado.
Algo
así dijo la lideresa nacional Yeidckol Polevnsky, cuando el coordinador en San
Lázaro, Mario Delgado, expresó en plena consulta sobre cambiar de lugar el
Nuevo Aeropuerto Internacional de México, de que apoyaba a Texcoco y no a Santa
Lucia, en donde nunca vieron que había otro cerro y por lo cual ahora
aumentarán los costos de la obra.
Porque
pareciera que la tolerancia, el respeto y “el amor al prójimo” en Morena, como
que es lo menos que se les da.
La
misma historia
Sucedió
hace más de 18 años con el PAN y su llegada al Gobierno Federal.
Como
ya lo he comentado en entregas pasadas, “el fuego amigo” acabó internamente a
ese partido, que no les quedó de otra que recurrir al “fraude electoral” para
que ganara Felipe Calderón en 2006, precisamente ante López Obrador.
Hoy,
“el fuego moreno” se está avivando cada vez más, como sucedió en aquel entonces
con el partido en el poder. Y por si fuera poco le mete más leña al fuego el
máximo líder de este movimiento nacional.
Sin
temor a equivocarme, nunca antes se había visto a un Presidente de la
República, señalar tan directamente a sus adversarios. Y ahora hasta llegar al
grado de atacar a sus mismos representantes, sin importar los daños
colaterales.
Y
ahí están las consecuencias: los “ocho fifís”, que en su mayoría son de Oaxaca,
decidieron este fin de semana no aparecerse en los eventos que encabezó AMLO en
esa entidad.
También
está por demás apuntar que de estos legisladores ahora acusados por el
Presidente, se encuentran dirigentes de la sección 22 de los maestros.
Por
si fuera poco, este “pleitazo” interno ya afecta a las campañas de Morena en
Baja California y en Puebla en donde se elegirán gobernadores, y esto le está
restando mayor credibilidad en los electores de esos estados al hoy partido en
el poder.
Por
lo visto para López Obrador no es suficiente tener “su villano favorito”, sino
que también ya buscó a “fifís” al interior de su movimiento.
Y
pareciera que nada ni nadie lo va a detener de seguir haciendo lo mismo. Hasta
que hunda “la esperanza” de más de 30 millones de mexicanos que votaron por un
cambio verdadero, y con ello también hunda más a este país.
Moraleja:
No hay peor ciego… ¡Que el que no quiera ver!
Piedritas:
¡Ni lo pelan!
Roberto
Aquiles Aguilar, quiso engañar con vender una supuesta estructura que manejaba,
pero mis fuentes me afirman que eso no se lo compró el Secretario de Gobierno,
Ismael Brito.
Inteligentemente,
mandó a su Secretario Particular para que lo atendieran junto a toda “la
gavilla de saqueadores” del sexenio pasado.
Aunque
no hay que descartar que lo puedan tener en “stand by” y en su momento lo
utilicen para un ataque político que se podría dar en próximas fechas.
Por
cierto: ¡Bombardean y bombardean al Número 2 de Chiapas!
Algunos
torpedos vienen desde una Sub-Secretaría de Gobernación, otros desde el Senado
y los demás son propios “de la aldea”. Lo cierto, es que a muchos incómoda el
estilo de Ismael Brito, pero hay que reconocerle que hasta el momento le ha
funcionado y bien.
Lo
demás, es pura “grita barata”.
Por
último: ¡Otro alcalde “maleta”!
El
edil de Berriozabal, Joaquín Zebadúa, no da una en su nefasta administración.
Luego
de que dijo que a los que quemen pastizales en este municipio, les irá como a
los del “Mocri”, ayer apenas demostró su ignorancia al utilizar a los policías
municipales para hacer limpieza en el municipio.
¿A
caso el alcalde no sabrá que es un delito que los elementos de la corporación
policiaca sean ocupados para otras funciones? ¡De que los hay, los hay!.
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