Jesús
Sosa Castro
@rasocas
- La
Salida, decadencia y renacimiento de México, Andrés Manuel López Obrador
En
su libro 2018 La Salida, decadencia y renacimiento de México, Andrés Manuel
López Obrador escribió que…“en vez de la agenda neoliberal o neo porfirista,
que consiste en la apropiación por unos cuantos de los bienes de la
colectividad, debemos pensar en construir un acuerdo … que nos permita
recuperar la gran riqueza material, social y moral de México …. que acabe con
el mito de que el Estado no debe promover el desarrollo ni procurar la
distribución del ingreso porque si les va bien a los de arriba les irá bien a
los de abajo”. (*) Esta inmoral manera de entender la cosa pública por parte de
los fifís es, por decir lo menos, estúpida.
Las
actitudes de la derecha ultramundana en los últimos días no sólo han mostrado
el rostro reaccionario contra el proyecto del nuevo gobierno. No han entendido
el hartazgo y la decisión popular de romper con los años de cautiverio
político. Por eso los votantes han decidido acompañar con decisión a AMLO en la
defensa de la nueva propuesta de nación. Los resultados de la reciente
consulta, a contrapelo de las campañas desinformativas y de odio que la
burguesía ha desplegado, han puesto la autoridad política de AMLO por las
nubes. De un millón cien mil ciudadanos que acudieron a expresar su opinión
sobre si continuaba la obra en Texcoco o no, el 69% dio una respuesta negativa
a los señores del capital. En su lugar se adecúan los aeropuertos Benito
Juárez, el de Toluca y se construirán dos pistas en Santa Lucía.
Esto
no ha sido para menos. Pues la locura de la derecha y de los que le apostaron
hacer de Texcoco el emporio de sus negocios, no pudieron con el regocijo
popular de asestarle un segundo golpe político a esa parte de la burguesía que
durante ochenta años le ha extraído la sangre y la sabia a un pueblo noble y
trabajador. Este régimen depredador ha sumido en la miseria y en el olvido a
quienes hoy cobraron el agravio de ser excluidos a pesar de que ha sido su
trabajo y su dignidad los que han levantado a un país que les había quitado sus
costumbres, sus tradiciones, su cultura y su bienestar. Lo que les falta por
hacer es construir la fuerza proletaria popular que impida los retrocesos que
les quiere imponer la burguesía y las probables derrotas si no nos organizamos
para impedirlo.
Los
cálculos que habían hecho estos sectores fueron adheridos a una práctica
política que ya ha sido liquidada ética y moralmente. Pues tan pronto salieron
del pasmo, empezaron a ofrendar su dignidad al que los había derrotado dos
veces en un plazo sorprendentemente corto. Sus privilegios buscados con un afán
desmedido, se les están cayendo como si fuera un huracán. La zalamería de
algunos, y la abyección de otros, no fueron suficientes para que AMLO se
plegara a sus intereses bastardos, y en cambio, con el apoyo de la gente
decidiera la mejor opción para los intereses del país. Desde el principio de su
elección ratificó su cercanía con las necesidades del pueblo y con astucia y
mucha prudencia, tomó distancia de aquellos que querían subirlo al carro de sus
pretensiones económicas y políticas.
Sin
embargo, la tozudez de los fifís es infinita. Cuando vieron que sus devaneos no
pararon las propuestas de campaña de AMLO y que en el Congreso están tomando
forma las iniciativas de ley para hacer efectivas sus propuestas de gobierno,
los señores del dinero y sus achichincles emprendieron una terrible campaña en
contra del nuevo proyecto de nación, especialmente en aquellos veinticinco
puntos que dan vida a su programa social, político y cultural. Dejar que los grandes
inversionistas -aquellos que no les gusta pedir opinión a la gente- se salieran
con la suya, obligando al pueblo a pagar los costos, deudas, contratos y
mantenimiento de un aeropuerto en Texcoco, sería un indeseable despropósito.
Por
fortuna, la inteligencia y la sabiduría de nuestro pueblo les infligieron la
segunda derrota consecutiva a los que por años nos han expoliado de todas las
maneras, confirmando la confianza en la defensa de sus derechos, de su
participación política y del valor que tiene el voto de aquellos treinta y un
millón de electores que tuvieron las agallas de imponerse a las trampas, al
dinero y a la desfachatez de una burguesía excluyente, autoritaria y corrupta.
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