RAÚL
CARAVEO TOLEDO
@raulcaraveo
- No
tiene otro camino más que la continuidad del mismo discurso de Peña Nieto
Es
una situación que cada vez cobra más
certeza, José Meade el candidato de la alianza PRI-PVEM-Panal no arranca o
logra avanzar para posicionarse como candidato competitivo, el tercer lugar no
lo deja avanzar y con el registro de los independientes será menor su
oportunidad. El voto duro de los priistas de antaño, los cuadros más fuertes y
básicos, elementales no lo apoyan con toda la energía que sería necesaria.
Por
si fuera esto poco los promocionales de Meade solo hacen subrayar su situación
al borde de la desesperación, si los mismos asesores que mantuvieron la imagen
del Presidente Enrique Peña Nieto están
asesorando a Pepe Meade, su situación será
trágica.
En
los promocionales su mensaje es que lo conozcan; que sepan que ahora hasta en
la sopa se lo van a encontrar; que llevará a México a ser una potencia mundial
(cuántas veces ya nos dijeron eso); que tiene una gran trayectoria de servicio
público; que salgamos a la calle a darle
la mano al mexicano que enfrenta un reto; que habrá de cumplir con generosidad,
transparencia y claridad.
Que
es hora de las mujeres, de los jóvenes, etcétera. De otro lado de su mensaje
siempre hace una referencia indirecta o velada contra el discurso muy conocido
de Andrés Manuel López Obrador.
Meade
no dice lo que los simpatizantes
priistas lo que desean escuchar, mucho menos lo que cualquier ciudadano
esperaría escuchar, es decir su mensaje es vacío, muy generalizado, superfluo. Y del lado fuerte o agresivo atacando a “ya
sabemos quién” jamás va a restarle simpatías y votos a AMLO por ese camino.
Sin
embargo no tiene otro camino más que la continuidad del mismo discurso de Peña
Nieto.
Con
semejante arranque solo da vueltas en círculo en el mismo punto de salida, como
los mamíferos domésticos de la familia de los cánidos cuando se trata de rascar
la cola con sus dientes.
Lamentable
que con la preparación, experiencia en puestos públicos, imagen familiar, sin
duda parece ser una buena persona pero esté en el partido equivocado en el momento
equivocado, queriendo ser acogido por los priístas de antaño y a la vez
representando lo contrario o la antítesis de éstos. Meade es el candidato de
los círculos financieros México-norteamericanos y es muy difícil que sea
acogido como candidato ciudadano de los mexicanos. El peso muerto que arrastra
lo hace insalvable.
Primero
tendría que vencer y separarse varios puntos de Ricardo Anaya para poder seguir
su carrera ascendente, pero no “prende”.
Si
por el lado extremo a lo que apuestan es
a un fraude electoral de grandes magnitudes similar al aplicado con éxito en el
Estado de México los escenarios no están tan definidos en el plano nacional. No
es lo mismo.
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