JUAN
CARLOS MIRANDA ARROYO
@jcma23
¿Qué
tan lejos o cerca de sus radares políticos están los jóvenes y sus demandas?
No
cabe duda que el papel de los y las jóvenes en México será crucial durante los
procesos electorales que se avecinan, tanto en la selección de gobernantes como
de representantes de los poderes ejecutivo y legislativo en 2018.
Pero
¿cómo se relacionan los jóvenes con la educación y la política en nuestro país?
Según cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP) alrededor de 3.6
millones de estudiantes, entre 18 y 22 años de edad, se encuentran matriculados
en las diferentes opciones existentes de Educación Superior, mismo grupo de
edad que potencialmente está en condiciones de salir a votar en julio próximo.
Si
bien es cierto que una parte de ese universo normalmente se abstiene de ejercer
sus derechos políticos, las proyecciones más conservadoras indican que
alrededor de un 60 por ciento de los universitarios, politécnicos y estudiantes
de la educación superior en general, harán efectivo su voto el próximo año. Entonces
estarán frente a las urnas cerca de 2 millones de jóvenes que por primera vez
en su vida emitirán un sufragio.
De
acuerdo con la estadística publicada por la Subsecretaría de Planeación,
Evaluación y Coordinación de la SEP, (Ciclo Escolar 2015-2016), sólo el 33 por
ciento de los jóvenes entre los 18 y los 22 años se encuentran inscritos en
alguna de las diferentes opciones de ese nivel educativo, de un universo total
de 11.2 millones de personas que se ubican en ese rango de edad.
¿Por
qué sólo una tercera parte de los jóvenes entre 18 y 22 años acuden a la
escuela en México? ¿Qué relación guarda esa situación con las elecciones? Si
bien en México existe una cobertura escolar de casi el 100 por ciento para los
niños y las niñas entre 6 y 15 años de edad (Educación Básica), lo cierto es
que grandes cantidades de adolescentes y jóvenes abandonan las escuelas durante
la Educación Secundaria. No está por demás recordar que, en México, "...a
partir de ese nivel escolar la tasa de matriculación comienza a descender (de
97.3 por ciento de cobertura a los 13 años de edad, se pasa a 73.5 por ciento a
los 15 años, y llega a 8.1 por ciento a los 24 años). Por lo tanto, hay que
decirlo con tristeza, la mayoría de nuestra gente no estudia más después de los
15 años de edad.
Este
cuadro llama la atención, pues si se construyera una matriz en la cual se
estableciera una correlación entre el porcentaje de participación efectiva en
elecciones federales y estatales con los años de escolaridad, encontraríamos que
la mayor parte de la población "ilustrada" o con más años de
escolaridad, tendería a participar y ejercer sus derechos políticos. Pero esa
tendencia está sujeta a múltiples variables de carácter económico, social y
cultural.
Es
evidente y necesario, sin embargo, que tanto los partidos, los candidatos de
partidos o coaliciones como los aspirantes independientes, tomen en cuenta
estos datos y giren la mirada hacia los jóvenes, matriculados o no en el
sistema educativo nacional, pues estamos frente a un universo que rebasa los 10
millones de mexicanos y mexicanas en posición de decidir, y que, en su mayoría,
no han emitido su voto o quizá apenas estén en la segunda oportunidad de
hacerlo en sus vidas.
Las
relaciones entre la población de jóvenes, la educación y la política en México,
pueden resultar relevantes en el escenario político del futuro inmediato y
seguramente representa una combinación de alto valor para quienes tienen
posibilidades de gobernar en México durante los próximos años. Y no me refiero
únicamente a la disputa por la titularidad del poder ejecutivo federal o de las
entidades, sino a la lucha por ocupar en general los espacios del poder
legislativo tanto en el orden federal como local.
Por
ello cabe preguntar ¿qué propuestas tienen en sus programas políticos o en sus
plataformas (de políticas) públicas hacia los jóvenes los contendientes de este
2018? ¿Qué tan lejos o cerca de sus radares políticos están los jóvenes y sus
demandas? ¿De qué sustancia están hechos sus discursos e ideas? ¿Hay una
vinculación orgánica o solamente coyuntural con este sector clave y emergente
de la ciudadanía?
Las
respuestas a estas y otras preguntas serán contestadas seguramente durante las
próximas semanas y en los siguientes meses. Estaremos atentos a ellas.
jcmqro3@yahoo.com
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