En la Mira
Héctor
Estrada
La
carta hecha pública este lunes donde algunos panistas chiapanecos postulan ante
el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN) al líder estatal
del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Eduardo Ramírez Aguilar, para
encabezar el denominado “Frente Amplio Opositor” en Chiapas, parece un
documento sacado de los más ridículos casos de Ripley, con descaro y cinismo
desbordado de por medio.
Para
comenzar a hablar del caso es necesario precisar que el documento NO se trata
de una postura generalizada, ni está respaldado por liderazgos de peso en el
panismo estatal. Con sus excepciones muy contadas, los firmantes son figuras
que carecen de real representatividad en las principales estructuras
electorales del blanquiazul chiapaneco. En palabras simples, se trata de sólo
una treintena de militantes dispuestos a apoyar al líder estatal del partido
opositor por razones que quedan a las libres conjeturas.
Sí.
Aunque parezca difícil de creer en un mundo ya tan bizarro como el de la
política mexicana, se trata de un reducido grupo de panistas que han decidido
postular al principal dirigente partidista del grupo gobernante como abanderado
del Frente Amplio Opositor que, se supone, luchará en contra de los intereses
que él mismo representa.
Y es
que, la razón que da origen al Frente Amplio Opositor es justamente generar un
bloque de partidos que permitan sacar del poder a los actuales partidos
gobernantes (PRI-PVEM) que mantienen sumido a México en la corrupción y la
impunidad. Entonces, cuál sería la lógica de postular al actual dirigente
estatal del Partido Verde Ecologista a la cabeza de un frente opositor en una
entidad gobernada por el mismo partido. Resulta francamente irracional.
La
sola idea atenta contra el argumento opositor que tanto se ha alardeado desde
el PRD y el propio Acción Nacional. Contra qué cree usted que se va a oponer un
personaje como Eduardo Ramírez Aguilar, que debe toda su escueta carrera
política y sirve lealmente a su mentor, el gobernador de Chiapas, Manuel
Velasco Coello.
¿A
quién se le quiere ver la cara con tan descarda postulación? Por su puesto que
con Eduardo Ramírez Aguilar a la cabeza de esa posible coalición no existiría
ningún “boque opositor” al gobierno de Velasco Coello o Enrique Peña. No nos
quieran ver la cara de ingenuos. La posibilidad significaría un verdadera burla
y descrédito para dos partidos que tanto han rascado entre la tierra para
buscar razones que legitimen su alianza en la contienda presidencial.
Sin
embargo, el asunto aún se trata de simples estrategias anticipadas. Nada seguro
aún. Lo hecho por los detractores panistas, que bien podrían ser sometidos a
procedimientos internos de sanción o expulsión por promover la candidatura del
dirigente del partido opositor, es una escueta maniobra burda para no cerrar
ninguna puerta, aunque sea tan pequeña, en la desesperada búsqueda que hoy
tiene al presidente del legislativo estatal “rezándole a todos los santos
posibles”.
En
la lucha por las postulaciones partidistas para el relevo sexenal chiapaneco
aún faltan muchas más acciones desesperadas que no dejarán de sorprendernos
durante los siguientes meses. Los tiempos se agotan y las posibilidades de
aspirar formalmente al gobierno de Chiapas también se reducen con las
definiciones que cada vez se acercan más a sus puntos irrevocables… así las
cosas.
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