Pedro
Arturo López Obrador carga con un apellido que pasará a la historia de México.
Tan odiado como admirado, su hermano Andrés Manuel volverá a ser en
2018, por tercera vez consecutiva, candidato a la presidencia de la República.
Un camino extenuante en el que este caudillo de la izquierda ha ido abandonando
con el paso de los años a socios, amigos y hasta familiares. El último caído ha
sido el mismo Pedro Arturo. AMLO, las siglas por las que se conoce en México a
Andrés Manuel, renegó de él públicamente la semana pasada por haber
apoyado al PRI en Veracruz. “Ya no tengo hermanos”, sentenció. Su desprecio
público vino acompañado de una catarata de descalificaciones a las que ahora
Pedro Arturo responde con amargura: “Los tiranos se pierden solos”.
Pedro
Arturo, el tercero de los seis hermanos, es un ingeniero civil que se declara
“apartidista”. Su mayor incursión en política se registró en 2009 cuando optó a
diputado federal por el PRD, el partido que por aquellas fechas lideraba
Andrés Manuel. A un mes de las elecciones, Pedro Arturo recuerda que fue
desbancado. Y su hermano, en vez de apoyarle, felicitó a su contrincante. “Así
es él. Cuando en 1988 abandonó el PRI, toda la familia salió a ayudarle.
Yo le preguntaría por qué ya ninguno de nosotros le apoya; es rencoroso y muy
egoísta. Si no se está con él, se está contra él”.
Para
Pedro Arturo, estas características imponen un límite a las ambiciones
políticas de AMLO. “No se puede ser tan absolutista. Si esto es lo que hace con
sus hermanos, imagínese lo que hará con otros. Se va a quedar solo; de momento,
ya está sin familia”.
Pero
más allá de las pugnas familiares, las invectivas de AMLO contra su hermano
menor forman parte de un juego político de mayor envergadura. El apoyo dado por
Pedro Arturoal candidato del PRI en Veracruz llegó en un momento crucial
de las elecciones a gobernador. En el estado oriental, un bastión que jamás ha
perdido el priísmo, se libra una feroz campaña. Día a día se suceden los golpes
bajos y ataques por la espalda. Inmersos en este lodazal, en el que han
aflorado imputaciones hasta de pederastia, el aspirante del PRI y su
primo, el de la coalición PAN-PRD, se han estancado al tiempo que ganaba puntos
el candidato de López Obrador. Bajo estas coordenadas, el anodino video de
Pedro Arturo respaldando al representante del priísmo fue visto por AMLO como
una zancadilla de la “mafia del poder” a sus opciones en el tercer estado más
poblado de México.
“Me
pidieron apoyo y lo di porque es mi amigo y el mejor candidato. Yo vivo aquí
desde hace 20 años”, dice Pedro Arturo. Hombre de talante tranquilo, la
tormenta desatada en su contra no le ha hecho perder los nervios ni siquiera el
amor a su hermano. O eso dice. “En el trópico se prenden las pasiones, somos de
sangre caliente. Pero yo lo sigo queriendo, somos hermanos”. Su hermano, al menos
públicamente, no piensa lo mismo.
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