Ciudad de México. Uno de
cada tres mexicanos es menor de edad, lo que implica que niños y adolescentes
representan 33 por ciento de toda la población del país. En total, niños y
adolescentes suman 39.2 millones, pero la mitad de ellos viven en pobreza,
indican datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De toda la población infantil del país, el
organismo indicó 3.5 por ciento de los niños de entre 6 y 14 años de edad no
asiste a la escuela, 1.9 por ciento de quienes tienen menos de 18 años padecen
algún tipo de discapacidad, 4.8 por ciento presentan alguna limitación física
(desde el uso de anteojos) y hay 2.5 millones de adolescentes y niños que
trabajan (en este último caso los hombres representan 67.4 por ciento).
Por número, el número de niños se ha incrementado
en México pero su participación en la población total cayó. Así lo indica la
encuesta intercensal que levantó el Inegi el año pasado: “el monto de niños ha
aumentado ligeramente en las últimas décadas, aunque su participación
porcentual ha disminuido: en 1990 el número de niños ascendía a 37.1 millones
pero su proporción respecto del total era de 45.7 por ciento”.
El instituto precisó que más de la mitad de la
población menor de 18 años (53.9 por ciento o 21.4 millones) “se encuentra en
situación de pobreza multidimensional, entendida como la situación de una
persona cuando no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus
derechos para el desarrollo social y los ingresos percibidos por los miembros
del hogar donde reside son insuficientes para adquirir bienes y servicios que
requieren para satisfacer sus necesidades”, de acuerdo con información hasta
2014 del Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Precisó que de ese grupo de esos niños y
adolescentes en pobreza multidimensional, más de la quinta parte (21.4 por
ciento o 4.6 millones) viven en condiciones de pobreza extrema, lo que
significa que por la carencia de ingresos no pueden comprar ni siquiera
alimentos para una nutrición adecuada.
Otro 20.6 por ciento de los niños residen en
hogares vulnerables, ya sea porque el ingreso de sus familias es menor o igual
al de la línea de bienestar o porque no disfrutan de alguno de sus derechos
sociales, principalmente el de seguridad social (6 de cada 10), seguido de la
falta de acceso a la alimentación, servicios de salud, vivienda, calidad y
espacios suficientes en la misma o bien porque presentan rezago educativo.
Los niños concentran 56.6 de los registros en
hospitales por enfermedades intestinales Los niños y niñas son además quienes concentran el
mayor porcentaje de atención en los hospitales por enfermedades infecciosas
intestinales al representar 56.6 por ciento del total de registros.
“En el transcurso de 2015 aproximadamente 16 mil
niños menores de 5 años murieron por causas evitables o prevenibles, como la
diarrea, que es una de las principales enfermedades infecciosas o intestinales
y sobre las cuales, las estimaciones internacionales indican que la higiene
puede reducir en un 37 por ciento su incidencia, el acceso al agua potable en
un 25 por ciento, el acceso a instalaciones mejoradas de saneamiento en un 32
por ciento y las tres acciones combinadas disminuyen su morbilidad en un 33 por
ciento”, alertó el Inegi.
No obstante, también destacó que las cifras de
mortalidad infantil van a la baja ya que de 68.4 menores de un año que morían
por cada mil nacimientos registrados en 1970, en la actualidad la tasa es de
14.3 decesos y son las localidades de menor tamaño donde se registran más decesos.
De la población de 8 a 17 años, 1.8 por ciento no
ha adquirido la habilidad de lectura y escritura y de este porcentaje más de la
tercera parte de plano no va a la escuela “por lo que resulta probable que no
adquieran dicha habilidad o la adquieran tardíamente”.
El Inegi advirtió que todavía persiste el problema
de que los menores de edad no son registrados ante el registro civil, con lo
que se atenta a su derecho a la identidad y los coloca en un estado de
vulnerabilidad.
Un 4.1 por ciento de los recién nacidos padecen
esta situación y aunque 84 por ciento es registrado por sus padres antes de
cumplir los seis meses de edad, un 11.3 por ciento fue registrado después de un
semestre pero en menos de un año.
Vía La Jornada
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