SEMÁFORO
Exal
Baltazar Juan Avila/APyPM
VERDE
Hace
algunos años, en los comienzos de la historia del parque Bicentenario, el
ayuntamiento instaló unos curiosos kioscos de venta con forma de jaula en dicho
parque, las cuales con el tiempo han llevado diversos colores. Éstas
interesantes estructuras metálicas se abren dando lugar a un exhibidor amplio
donde en un principio nos permitieron adquirir y leer revistas de corte
turístico, con el tiempo se anexaron a ellos las ventas, tomando como base los
productos regionales, lo cual en mi opinión fue en su momento una buena forma
de captar la atención hacia un espacio público tan bonito y además promover el
turismo y el comercio local sin caer en el ambulantaje y vendimias mal
organizadas.
Una
interesante reflexión nos plasma Priscila Montes en relación al abandono de
estos puestos.
AMARILLO
En un
principio estas “periqueras”, como algunos suelen llamarles, se encontraban
abiertas y con alguna venta o exhibición todos los días, en ese tiempo las
cápsulas eran rentadas sin distinción alguna, con costos muy elevados, por
cierto. Este hecho suscitó muchas críticas y descontento por parte de la
población, pues se alegaba la sobrevaloración del inmueble, además de tratarse
un espacio público donde no deben existir cobros como ese, aunado a ello, con
el paso del tiempo, agregaron filtros para la reta y entonces afirmaban ser
indispensable la venta exclusiva de productos de la región, a se tratara de
alimentos o artesanías.
Así
comenzaron a cerrarse las cápsulas, una tras otra, pues en una ciudad marginada
en su economía como es la nuestra, pedir cantidades exuberantes por la renta de
un espacio, resulta ilógico; a ello agreguemos el no saber dónde terminaba el
dinero de las rentas, pues seamos sinceros, como buenos tapachultecos, queremos
saber en qué se gastan nuestros
impuestos, por qué y cómo.
Por
suerte (o por desgracia), el cobro de las susodichas rentas cesó y comenzaron a
otorgar el uso de las cápsulas de forma distinta y se volvieron en su mayoría
puntos de información turística.
ROJO
Parece
increíble y a simple vista carece de sentido, sin embargo; es necesario hacer
mención de ello.
Con
el cese del cobro por uso de los kioscos del ahora Parque Cultural Bicentenario,
también decayó su uso, pero no como quien descuida su casa y no la pinta, se
trata de algo peor.
Si
usted, estimado lector, asoma la mirada por el parque, podrá observar con
claridad esas enormes y coloridas estructuras CERRADAS TODO EL DÍA Y LA NOCHE,
pintadas y conservadas por fuera pero llenas de polvo por dentro, ni un alma se
acerca para siquiera simular su uso. Un desperdicio de presupuesto.
¿A
qué se debe eso? Me atreví a indagar el caso. Lo primero fue descartar a la
Dirección del Parque Cultural Bicentenario y al IMCA (Instituto Municipal de
Cultura y Artes), los servidores públicos correspondientes aseguran que las
cápsulas al igual que la cafetería del kiosco central son propiedad del DIF
Municipal y como tal, pese a regular las actividades del Parque Cultural y
promoverlas, ni la Dirección del parque, ni el IMCA tienen injerencia en la
situación actual de total abandono de las cápsula, pues por obvias razones, es
preferible no meterse en los asunto de otros departamentos. Hasta aquí todo es
claro y comprensible.
El
siguiente en la lista es obviamente el DIF Municipal. Las causas de beneficio
social también requieren un financiamiento, a fin de cuentas, si descontamos
todos los requerimientos del DIF de nuestros impuestos, sería requerido
aumentarlos, pues son muchas las necesidades de esta dependencia por albergar,
ayudar y fortalecer a los grupos vulnerables, hablemos de la infraestructura,
el personal capacitado, los insumos alimenticios, medicamentos, ropa en los
casos meritorios, mobiliario y demás. Debido a ello y dada la escasez de
recursos en nuestra ciudad, el DIF se ve en tal circunstancia por resolver
donde lo más viable es encontrar fuentes de ingreso o donativos como es el caso
de cafetería del parque bicentenario, una concesión otorgada por el
ayuntamiento municipal, así como lo son las tristes y olvidadas cápsulas.
Si
con cada administración se reactiva y renueva la cafetería, ¿Por qué eso no
ocurre con las cápsulas? Se pretendía ayudar a la población con estas
estructuras, una vez retirado el cobro o contribución por su uso, ese era el
proyecto, brindar apoyo a quienes realmente lo necesitaran al ofrecerles un
espacio de comercio con la ubicación apropiada y con ello lograr un ingreso
para el sustento.
En
algún punto de la historia del DIF, en una administración llena de confusiones,
eso se perdió, pues la concesión la otorgaron a ciertas asociaciones civiles
cuyos nombres, prefirieron no mencionar. Éstas desconocidas asociaciones
civiles tenían el trabajo de colocar ahí a la persona “X” cuya necesidad
ameritara el uso de una cápsula, o bien, realizar actividades en ellas con las
cuales fueran capaces de cubrir ese altruismo con más personas y ¿Qué ocurrió?
¡NADA!
Hasta
hoy en día esas grandes estructuras metálicas siguen sin ser ocupadas y lejos
de atraer a la gente, fomentar el turismo, la cultura, reactivar la economía o
servir de apoyo a grupos vulnerables, mancha la imagen de un parque que lucha
por sobresalir.
Las
cápsulas son el recuerdo de un triste caso común, sobre como los más pudientes
n aprovechan los recursos otorgados, es pues, una tierra en manos muertas, una
lamentable concesión para la cual hubo inversiones y está ahí… sirviendo de
nada. Hay solución, claro, como la mayor parte de las cosas en esta vida, y la solución
no es quitarlas del parque por no estar sirviendo en lo absoluto, una de ellas
podría ser remover las concesiones otorgadas de esas manos cuyo interés por
ellas no existe, entonces volver a rentarlas a la ciudadanía en general, para
reactivarlas y obtener con ello un beneficio económico para las causas
sociales, tomando en cuenta la situación actual de nuestros bolsillos, es
decir, no exagerar los precios de renta para que sean accesibles y si les
parece más apropiado, que sean los grupos vulnerables los encargados de ello y
para evitar riñas, idear un plan de trabajo que beneficie a todos, como los
riegos de temporal, una temporada para fulano, otra para zutano y una más en
apoyo a perengano.
Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com Cel. yWts. 962 10 80 934
Tapachula, Chiapas, México; 31032016
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